domingo, 6 de septiembre de 2009

ALCANZAR LO INALCANZABLE

Años, han sido años de búsqueda casi imposible, y digo casi porque hoy por fin alguien me ha hecho el mejor regalo que me podían hacer. Casi todos los que me conocéis sabéis que desde hace años busco los libros de lectura de Senda del colegio. Sí, aquellos libros con los que todos los de mi generación hemos aprendido a leer, que nos acompañaron toda la EGB y con los que hemos compartido tantos y tantos ratos de nuestra infancia.

Personajes como, aquel cartón que quería ser cometa y que gracias a Toni lo consiguió, a Totó y a Panocha con su caravana, a Pandora con su caja de los vientos, a Clavileño, el caballito de madera, y a muchos más que seguro estaréis recordando al leer estas líneas.

Alguien que no me conocía los ha recopilado especialmente para mí, se ha molestado en conseguir mi número de teléfono y se ha puesto en contacto conmigo para regalármelos. Muchas gracias José Tere.

domingo, 14 de junio de 2009

GOTAS DE LLUVIA.- Poesías para los más pequeños


Gotas de lluvia recoge dieciséis poesías creadas desde el cariño y guardan toda la ilusión que con la que han sido escritas. Dedicadas especialmente a los más pequeños, tus hijos disfrutarán con las aventuras de un búho dormilón, un pingüino friolero, un dragón miedoso y hasta de Eric, un entrañable erizo cuentacuentos. Más de una veintena de personajes para ser leídos te esperan.
No te las pierdas…

lunes, 4 de mayo de 2009

MARIO ABECEDARIO (Cap. 1).- A partir de 7 años


1.- El comienzo de todo

— ¡Buenos días mamá, ya estoy despierto! ¿Mami?, ¡que ya estoy despiertooooooo! En fin, nadie me oye, parece que todos están durmiendo: mi padre, mi madre y mi hermana Ana.
Soy Mario y tengo seis años. Todos me llaman Mario Abecedario aunque ése no es mi verdadero nombre, en realidad me llamo Mario García Jiménez. ¿Que por qué todos me llaman así? Veréis, cuando era pequeño (lo aclaro porque ahora ya soy mayor), creo que tenía dos años o así, mi hermana Ana se tenía que aprender el alfabeto y se pasaba el día andando por los pasillos de mi casa recitándolo en voz alta, ¡qué pesada oye!, a mí no me dejaba dormir. Un día, cuando estábamos comiendo en la cocina toda la familia, mi madre le dijo a mi hermana: “Venga Ana, dinos el abecedario a ver si lo recuerdas”. Entonces mi hermana empezó a jugar con la comida haciéndose la remolona y yo me quité el chupete y lo recité enterito, de la A a la Z, no se me olvidaron ni la M, ni la T, ni ninguna letra. Mis padres se quedaron pasmados y mi hermana también.
— ¿Cómo es posible que un niño tan pequeño se aprenda el abecedario? —exclamó mi madre con las manos en la cabeza.
— ¡Este niño es superdotado! — contestó mi padre.
Y mi hermana, mi pobre hermana, que llevaba una semana entera estudiándolo, se puso a llorar.
Y esa es mi historia, desde entonces en casa me empezaron a llamar Mario Abecedario y ahora todos me conocen así. A mí me gusta mucho, aunque para que lo sepáis no soy ningún superdotado, de hecho aquella fue mi primera y última hazaña.

martes, 7 de abril de 2009

Buck piernas largas.- Fragmento



En el mundo de la fantasía existen seres fantásticos que hacen que viajemos a tierras enriquecidas de luz y de sombras, y cada unos de nosotros hacemos de ellas jardines secretos a los que volamos una y mil veces.
Todo aquel que en su vida no haya traspasado la frontera al mágico país que se esconde tras las montañas, estará empobrecido de este dulce misterio y nunca conocerá el sabor del regreso.

Recuerdos

Nací en el verano del 74 en un caluroso día del mes de julio. Puede que sea ésta la razón por la que el verano es mi estación del año preferida. Me crié en un pueblo de la sierra norte de Madrid llamado Soto del Real y desde entonces no he podido alejarme de allí.

Mi pasión por los cuentos nace en el colegio. Recuerdo con cariño cómo cada viernes nos dirigíamos a la biblioteca de la escuela para tomar dos libros prestados y devolverlos a la semana siguiente. Mi niñez no hubiera sido la misma sin aquellas preciosas lecturas infantiles. Mención especial merecen los libros de Senda, entrañables lecturas imposibles de olvidar.

El recuerdo de autores como García Lorca, Machado, Bécquer, Baroja, y muchos más que formaron parte de mi infancia, en ocasiones me transporta a aquellas lluviosas tardes de colegio. Nostalgia, añoranza tal vez, recuerdos imborrables que marcan para siempre aunque en aquellos momentos no fueras consciente de lo mucho que a lo largo de tu vida te iban a acompañar.

El sueño de Sienna.- Sinopsis


Reacia desde siempre a entablar amistad con el mundo que le rodea, Sienna, una solitaria madrileña de 26 años, decide dar un giro a su vida y se instala en Siena, histórica ciudad de La Toscana y cuna del arte italiano. Es aquí donde intenta rehacer su vida y buscar la felicidad que tanto ha añorado. Huérfana de madre con tan solo siete años de edad y olvidada por un padre, que nunca quiso hacerse cargo de ella, El Sueño de Sienna nos muestra que todo es posible y que si quieres puedes. Con personajes que dicen ser lo que no son y una conmovedora lectura cargada de sobresaltos, Sienna no sólo conocerá el amor, sino que descubrirá el origen de una familia tan desconocida para ella como para el lector.

lunes, 6 de abril de 2009

Antonio Machado

A UN OLMO SECO.- Antonio Machado

Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido,con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido.¡ El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. No será, cual los álamos cantores que guardan el camino y la ribera, habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas. Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpinterote convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas en alguna mísera caseta, al borde de un camino; antes que te descuaje un torbellino y tronche el soplo de las sierras blancas; antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi carterala gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.